Venus

Nuestra próxima pieza está inspirada en la figura de Venus, diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Hoy, hacemos honor a ella en nuestro blog mediante un repaso a esta imagen mitológica que sin duda es fuente de inspiración para nosotras.

Nacimiento:
Esta parte, quizá sea la más conocida gracias al famoso cuadro de Botticelli. Cuenta la leyenda que Saturno le cortó los genitales a Urano para después arrojarlos al mar y al entrar en contacto el semen con la espuma, surgió la diosa del amor que nace del mar sobre la concha de una almeja. Guiada por los vientos céfiros y acompañada de una lluvia de rosas llegó hasta Chipre, donde las Horas la vistieron para llevarla al mundo de los inmortales.

Matrimonio e infidelidad:
Según la mitología,  cuando la vieron, todos los dioses quedaron impresionados con su belleza y su sensualidad y competían por su amor, pretendiendo desposarla. Júpiter quedó prendado de ella y la cortejó, pero al verse rechazado por ella decidió castigarla y desposarla con Vulcano, herrero de los dioses. Sin embargo, Venus no aceptó esta decisión, despreciaba al herrero y pensaba que no era digno de su belleza, lo cual la llevó a realizar en una de sus características más conocidas, la infidelidad. Por eso simboliza la pasión desencadenada que destruye las uniones e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades, celos y vicios.

Tuvo numerosos amantes, entre ellos destacan: Marte, el dios de la guerra, con el que tuvo muchos hijos, uno de ellos Eros, dios del amor. Al divorciarse de Vulcano, tuvo romances con muchos otros dioses como Neptuno y Hermes, con quien procreó al famoso dios Hermafrodita que poseía ambos sexos. Además también gozaron numerosos normales del amor de la diosa, entre ellos Adonis y Anquises.

Maldiciones:
También fue especialmente conocida por sus maldiciones e iras. Por ejemplo, castigó a Mirra porque su madre hirió a la diosa diciéndole que su hija era la más hermosa, y la maldijo haciendo que se enamorase de su padre y se acostara con él durante doce noches seguidas, sin que él la reconociera. Cuando Mirra vio lo sucedido, invoco la protección de los dioses y ellos la transformaron en el aromático árbol que lleva su nombre. También castigó a las mujeres de Lemnos, ya que estas no la honraban y las impregnó de un olor insoportable en sus genitales que provocó que los hombres las rechazasen. Del mismo modo, obligó a prostituirse a las hijas de Cirinas con extranjeros que estaban de paso en la isla de Chipre. Se dice que Cirinas estaba protegido por la Diosa y que la desobedeció al casarse con Metarmé y tener hijos con ella.

Representación:
Esta Diosa, quizá sea una de las más representadas en historia del arte, y aunque la manera de representarla ha cambiado mucho a lo largo de la Historia siempre se intenta ensalzar la belleza femenina y la belleza sensual. En el cristianismo se contrapone la figura de Venus, asociada a la lujuria frente a la Virgen María, signo de pureza. Aparece vestida o asociada al planeta Venus. Pero tras el Renacimiento se presenta como una mujer joven, desnuda, con rasgos eróticos y con una sonrisa dulce. Evolucionando su representación hasta dama de la época o prostituta. Venus no tuvo niñez; en todas las imágenes y referencias históricas se la ve adulta. 

Fiestas de adoración: 
En las fiestas de adoración que se realizaban a esta deidad, como podéis imaginar abundaban los excesos y placeres. Cuando la sífilis se expandió por Europa, se empezó hablar del mal venéreo, la enfermedad que se contagia rindiendo culto a Venus. Cuando más tarde se dieron cuenta que por contacto sexual podían contagiarse más enfermedades, el término se amplió a enfermedades venéreas.